Fotografías de la inauguración
18 mayo 2015
viernes, 22 de mayo de 2015
miércoles, 13 de mayo de 2015
lunes, 11 de mayo de 2015
Fotografía digital: LUCI, de Fernanda Caramazana
MADRID
LUCI:
Un objeto del recuerdo
Asaltando mi cotidianidad
Sus pisadas inertes
La huella de su silencio
Destello de la pena intensa
Dulzor del Ayer querido
Evanescencia inútilmente abrazada
Para siempre
Instalación: POEMA VISUAL, de Marta Torre-Marín "Tucha"
Pintura sobre raso y escultura
EL ESCORIAL (Madrid)
miércoles, 6 de mayo de 2015
Fotografía digital Detrás de las cortinas, de Mercedes Álvarez
MADRID
Detrás de la cortina la delataban sus zapatos. Adivinaban su presencia pero también las heridas del camino recorrido. La esperanzas no cumplidas, su deseo de " no estar" cuando no "se es”, su vulnerabilidad ante el fuerte y el dolor de agradar para evitar males mayores, sus ganas de acabar de una vez con todo, pero, sobre todo, delataban su MIEDO.
sábado, 2 de mayo de 2015
Fotografía e infografía "Cuéntamelo desde el principio", de Montserrat Ansótegui
La Rioja
Contar, Historias, Zapatos, Creatividad, Conjunto, Interior, Arte, Reflexión, Empatía, Alma, Plástica, Enredada, Belleza, Proceso, Intercambio, Exposición, Principio, Contexto, Seducción, Realidad, Expresividad, Intimidad, Fin, Naturaleza, Percepción, Concepto, Experiencia, Entorno, Artista, Búsqueda, Ser, Creación, Reflejo, Participación, Implicación, Expresión, Comunicación, Aportación.
Fotomontaje digital Caminos, de Paz Pérez-Seoane
Madrid
Caleidoscopios, estrellas, constelaciones, muchos caminos recorridos...¿Por qué a veces tardamos tanto en tirar unas botas gastadas y las guardamos casi a escondidas?
Creo que la respuesta podría estar más en los caminos que aún nos quedan por recorrer que en los ya conocidos.
Fotografía digital de difuminado en colores, Jugando en la escuela, de "Shana", Susana Alvarado,
La Victoria, Estado Aragua (Venezuela)
Es revivir los juegos tradicionales en las horas de recreo... juntos sin diferencias... llenos de alegrías y esperanzas siendo aquel instante no existe el hambre, la crisis económica ni los deseos de huir...
Fotografía digital Juntos a nuestra escuela, de "Shana", Susana Alvarado
La Victoria, Estado Aragua (Venezuela)
En oportunidades olvidamos como eran los caminos a nuestra escuela... en el andar se suele hacer el camino.... no importa la edad, el camino a la escuela es una sorpresa diaria, llena de descubrimientos y amor.
martes, 28 de abril de 2015
Fotografía digital La tradició d'un poble, de Manuel Borrás,
29,7 x 21 cm.
LA VALL D'UXÓ (Castelló)
La imagen muestra el banco de trabajo tradicional para la realización de alpargatas utilizadas por los labriegos en sus labores diarias. Este tipo de aparador, habitual en algunos hogares de labriegos de La Vall d'Uixó, devino con el tiempo en una potente industria de calzado que tuvo su máximo auge desde los años 30 hasta los 90 del siglo pasado. Hoy queda como un mudo vestigio de esta tradición ancestral.
Fotografía digital Babuchas en tierras lejanas, de Carmen Plasencia
Santa Cruz de Tenerife
Estas babuchas y esta antigua alfombra al mirarlas me traen bonitos recuerdos de mi infancia en La Palma. De pequeña observaba esta alfombra y con las babuchas puestas viajaba con mi imaginación a tierras lejanas de Oriente.
jueves, 23 de abril de 2015
lunes, 20 de abril de 2015
jueves, 16 de abril de 2015
Fotografía digital Herencia, de Àngels Fos
29,7 x 21 cm.
Sueca (Valencia)
Una familia de arrozeros, 6 generaciones transmitiendo de padres a hijos no sólo los campos de labranza, sino sobretodo la pasión por la tierra, la capacidad de esfuerzo y la búsqueda del trabajo bien hecho. Ésta es mi familia.
Fotografía con intervención digital Zapatos Enredados, de Carmen Molina Mercado
51,99 x 34,54
Jaén
Me voy, porque quiero irme. Porque estoy ya cansada. Y no voy a perder ningún zapato. No necesito príncipes que lo encuentren y me anden luego rescatando. Porque no necesito ni quiero ser rescatada. Y si yo eligiera alguna vez ser princesa, cosa que dudo enormemente, movería mis propios hilos y escribiría mi propio cuento que, por supuesto, yo misma protagonizaría.
Ah, y si llevo zapatos de purpurina y lazos de seda rosa eso no me convierte directamente en no-persona. Porque soy algo más que una imagen objeto de deseo que necesita depilarse, perfumarse, adelgazar, cuidar su tránsito intestinal, embadurnarse para disimular arrugas e imperfecciones, operarse de las mamas…porque yo también hago historia, como muchas iguales a mí. Aunque sean historias invisibles. O sean historias como la mía, envuelta en seda y purpurina.
domingo, 12 de abril de 2015
Impresión digital sobre papel Archés: Caminar, por Jaime Lorenzo
25,9 x 21 cm
MADRID
25,9 x 21 cm
MADRID
Había pensado en salir a pasear; un rato, no mucho. Lo había pensado de la forma en que se piensan algunas cosas que ya están pensadas. De varios paseos imaginados, éste era el que más me apetecía.
Para caminar sólo me hacen falta los zapatos; todo lo demás que llevo no ocupa, no me pesa, y me abre los ojos.
Iba a seguir los restos de un antiguo camino peatonal hacia el norte, sorteando los anillos de autopistas que cinchan la ciudad. Es un camino que desapareció hace tiempo, que presuntamente se ha recuperando y cuya huella es aún reconocible. En un tramo del recorrido, encajonado entre dos extensas instalaciones deportivas y una autopista, el camino ha quedado debajo de una autopista para ciclistas que da la vuelta a la ciudad.
Una patrulla (ciclista) me rodea y me hace saber que mi presencia no es bienvenida. Quiz es que voy mirando y pensando.
miércoles, 8 de abril de 2015
Ontígola (Toledo)
Abandonadas en el campo manchego, cual fetiche ancestral, se encontraban las botas maravillosas de piel de serpiente. Eran las botas de siete leguas, llamadas así porque esa era la distancia que permitían abarcar con cada zancada. Cualquiera que se las calce no puede parar de recorrer el mundo hasta hallar su destino...
lunes, 6 de abril de 2015
Fotografía digital Por cada calzado un rol, de Marcela Giuffrida
Buenos Aires, Argentina
744 x 496
Con la intención de señalar el rol elegido en el momento de tomar la imagen, destaco un par de sandalias de paseo, dejando de lado las zapatillas de deporte, las ojotas playeras o los zapatos de fiesta. Las diversas actividades realizadas a diario requieren de variadas vestimentas y por ende, de la selección de calzado adecuado a las mismas.
jueves, 2 de abril de 2015
Díptico fotográfico, editado con GIMP, Si tú no estás. . . evanescente es el recuerdo, de Claudia Analía Villanueva
Madrid
"La ausencia se hace eco en los objetos, sonidos y colores que recuerdo: así se vuelve presencia, a veces hiperreal.Sin embargo la reconozco inasible, engañosa; se borra poco a poco y solo queda la soledad atrapada en sensaciones vagas, efímeras, diluídas en un dolor que se empeña en permanecer sin ser invitado "
Instalación: Zapatillas en acero inoxidable y dacha verde, "Las zapatillas de Ardal", por Carlos Álvarez Cuenllas
León
La habitación de Ardal era originalmente una instalación artística integrada por un armario, una cama, alfombras, una lámpara, plantas , zapatillas, etc. realizadas en acero inoxidable, cristal y dacha verde. Está dedicada al hijo de mi mejor amigo, un niño irlandés -por eso el color verde- llamado Diego Ardal, del que soy padrino.
lunes, 30 de marzo de 2015
domingo, 29 de marzo de 2015
29,7 x 21cm
Madrid
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente, se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo. Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo
nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado. Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas. Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable». El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.
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