Volver, de Cristina Valencia
Madrid
Toda su vida quiso correr demasiado, seguir las huellas que a dos metros de ella le indicaban el camino. Apresurada vivía, sentía, crecía... ¿Acaso nos es más sencillo recorrer la dirección ya marcada?
Un día llegó a una intersección, los pasos en el suelo se separaban, se diluían. Ella tuvo que detenerse y observar. Era una sensación nueva, pero no por ello agradable. ¿Hacia dónde ir? ¿Cuáles son las huellas que he ido siguiendo todo este tiempo? Se sentó en el suelo. Allí estuvo varias horas, días, semanas...haciendo y deshaciendo el camino una y otra vez, preguntándose por primera vez el por qué de las tantas cosas... Al final llegó la respuesta. La niña se levantó, se quitó los zapatos de tacón de su madre y empezó a caminar descalza.
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